
Finca la Pontezuela, la referencia de Oleoturismo en Castilla La Mancha
Con un centro de interpretación del olivar, Finca la Pontezuela, ofrece, seguramente, una de las experiencias más completas de Oleoturismo que se pueden disfrutar en nuestro país
La finca
No vamos a engañarnos. La primera sensación que tenemos cuando estamos yendo a la almazara de la Finca de la Pontezuela es que está apartada del mundo y localizada en un rincón escondido de Toledo. Luego, descubrimos que, firmas tan importantes como Faiges o Marqués de Griñón, tienen fincas e instalaciones cerca.
Los que estamos acostumbrados a campos infinitos de olivos esperábamos que, en el área de Los Navalmorales, que es donde se sitúa la finca, pudiéramos encontrarnos grandes extensiones de este cultivo, pero no es así. Sin embargo, al pisar el terreno, comprobamos con admiración, la belleza que supone el maridaje de campos de olivos y de vides. El vino y el aceite de oliva conviven en una simbiosis maravillosa de estos dos pilares fundamentales de una dieta mediterránea que fijan sus raíces en las estribaciones del Parque Nacional de Cabañeros.
Al aproximarnos a la propia finca, tuvimos la sensación de estar yendo por el camino equivocado y que, Google Maps, se había equivocado. Pero no, conseguimos llegar a la entrada de esta imponente finca y el navegador indicaba correctamente la localización del lugar.
El mismo portón de acceso nos sugiere que vamos a entrar en un sitio diferente y único. La almazara se compone de un conjunto de espacios de gran elegancia que guardan una gran armonía entre ellos y que nos advierte sobre su singularidad respecto a todo lo que habíamos visto hasta ahora en el sector oleícola. Normalmente, las almazaras han ido creciendo en el transcurso del tiempo y, en su mayoría, no guardan una línea común sino una suma de construcciones que han ido sumando. La Finca la Pontezuela se erige imponente y te invita a entrar y a conocerla.
La almazara
Nada más llegar, el responsable turístico de la almazara nos muestra las distintas partes de esta. Por un lado, nos encontramos con el conjunto del “Centro de Interpretación del Olivar” se compone de una sala de proyecciones y eventos, la tienda, el área de exposición y las zonas de degustación y maridajes Por otro lado, tenemos la zona administrativa, almazara, los depósitos, otras instalaciones y la envasadora. Todo ello bañado por gran estanque que invita a pasear alrededor de él y rodeado por cientos de olivos que exponen sus hojas plateadas que arroparán al fruto que dará origen al aceite de oliva virgen extra o AOVE de los 5 Elementos, que es como se llama la marca del aceite de oliva premium de la Finca La Pontezuela.
La experiencia oleoturística
Desde el primer momento te das cuenta de que, el proyecto de oleoturismo de La Finca La Pontezuela, es diferente. Lo primero que nos llamó la atención es que, el responsable de esta línea es una persona con gran experiencia en el sector turístico. Sé que parece algo obvio lo que estoy diciendo., pero quien ha visitado tantas almazaras se da cuenta quién hace una verdadera apuesta contratando a profesionales y quién no.
La visita empieza con una proyección que nos aterriza al lugar donde nos encontramos. Nos permite situarnos y conocer su origen, su historia y comprobar cómo los olivos y el aceite de oliva, han fijado sus raíces en esas tierras desde tiempos inmemoriales.
Nuestra visita ha sido fuera de temporada, lo que no nos ha permitido ver físicamente cómo se recoge la aceituna, se moltura y se elabora el oro líquido. Pero, hay que reconocer que, a través de imágenes, nos permiten imaginarnos cómo serían estos procesos. No obstante, hacemos un recorrido por las instalaciones, ahora quietas y en silencio. La zona de elaboración del aceite de oliva con la tolva, la zona de lavado, la cinta transportadora, la molturación o la centrifugadora. En una segunda estancia, pasamos al área de los depósitos donde conservas en condiciones especiales el tan preciado zumo. Finalizando en la envasadora donde se embotella este producto gastronómico único.
Una vez familiarizados con los procesos mecánicos de extracción del AOVE, pasamos al centro de interpretación. Una experiencia que nos transporta al olivar y nos muestra con detalle las estaciones en el olivo. Con una tecnología vanguardista, podemos sumergirnos en un mundo apasionante de conocimiento, de colores, de sensaciones, de aromas y de sabores. Y todo se desarrolla de una forma amena y divertida.
Para terminar, tenemos la ocasión de adquirir su gama de productos en su oleoteca particular.
Un plan perfecto para conocer la cultura y el apasionante mundo del aceite de oliva y el olivar
Todo el recorrido puede prolongarse durante una hora y media o dos. No se nos hizo pesado en absoluto, más bien al contrario. El circuito tiene partes muy divertidas para familias y niños. A través de juegos que estimulan la vista, la memoria y el olfato, se puede aprender mucho sobre este gran desconocido que supone el aceite de oliva y el olivar.
Acabamos dando un paseo alrededor del estanque al pie de los olivos. Una mañana muy divertida y aconsejable.
Por poner alguna pega, diríamos que echamos en falta algún maridaje con comida para poder aprender cómo se comporta el aceite y sus variedades en diferentes alimentos. Pero, lo dicho, por decir algo.
Otro aspecto para destacar es que, este enclave, se encuentra muy aislado y apenas tenemos servicios para comer o lugares próximos interesantes para poder echar la jornada completa o incluso poder disfrutar de un buen fin de semana. Si estás en Madrid o en las inmediaciones, podemos ir y volver en el día.
No obstante, si te apasiona este mundo y tienes ocasión de visitarlo, no te lo pienses. Es muy recomendable e ilustrativo para toda la familia.












